Los principales objetivos de las tutorías son la orientación
de los estudiantes, la contribución a la educación integral, favorecer las
relaciones del grupo entre si y de esto con el resto de los integrantes de la
comunidad educativa…
Durante el desarrollo de esta actividad en clase y tratando
el tema con los compañeros no ha sido difícil llegar a la conclusión de que,
si
bien las tareas y actividades están muy bien definidas en la mayoría de los
casos todos o casi todos las hemos utilizado para hacer deberes.
Este tipo de actividad favorecía en algún sentido a ambas
partes, nosotros avanzábamos con nuestros deberes y los profesores con sus
tareas. Es cierto que de vez en cuando había charlas o se desarrollaba alguna
actividad, no vamos a poner por escrito solo lo malo pero lo más normal es que
cada uno estuviera a lo suyo.
Tras cursar la primera parte del máster, y a la vista de los
trabajos que hemos realizado en otras asignaturas hemos podido observar la gran
cantidad de ideas, actividades, ejercicios que se pueden desarrollar con un
grupo. La realización de estas actividades no evaluables da pie a pensar que
serán más disfrutadas, pues se elimina toda la tensión que pudieran provocar
las notas y aun así producen aprendizajes en muchos aspectos.
Flexibles, comprensivos, con valores humanos, inteligencias
de todos los tipos, competentes, motivadores, pacientes, apasionados, capaces
de trabajar en equipo, creativos, organizados y responsables, positivos y
respetuosos, buenos comunicadores, buenas personas, implicados, dinámicos,
cercanos, curiosos, justos, con sentido del humor…
Todos estos son los valore que hemos podido recoger de cómo
pensamos que debería ser un profesor y un tutor y podríamos seguir hasta el
infinito, así que habrá que aplicarse.
Me gustaría pensar que cuando salgamos al mundo real no vamos
a caer en los mismos errores que nosotros veíamos durante las clases, que no
vamos a abandonar al grupo por ganar tiempo con nuestras propias cosas.
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