Aunque no pude asistir al cine fórum
organizado para la proyección de la película he podido verla en casa más tarde
liando además a un par de amigos para verla, uno cuya reflexión fue “que pelis
más raras te hacen ver en clase” y otro al que como a mi le encantó.
Si tuviera que destacar una cosa
en concreto de la película es la realización de la misma. La mezcla de
animación con filmaciones reales y con el testimonio de los protagonistas está realizada
de forma magistral. Las transiciones de unos formatos a otros lejos de
entorpecer ayudan a comprender la historia y la violencia que en ésta hubo sin
regodearse en la agresividad.
Con un argumento centrado en el
momento en que Angola se independiza de Portugal nos muestra los niveles de
crueldad que la humanidad puede alcanzar cuando existen intereses de por medio.
La historia está contada por Kapuscinski, periodista protagonista del relato.
Sin embargo éste va a ser en realidad el trasmisor de las historias que
verdaderamente conforman el argumento de la película y que son todos aquellos
relatos de los más desfavorecidos, de aquellos que de verdad estaban afectados
por la guerra.
Todas las historias de todos los
personajes tienen algo que enseñar, sin embargo hubo una parte de la película que realmente me
llamó la atención y fue la siguiente conversación que Catlota tiene con Ricardo
durante el viaje que realizan:
Ricardo: ¿Y tú Carlota?
Carlota: Mmm
Ricardo: Cuando acabe la guerra
Carlota: Con el MPLA Angola será libre
y entonces ya veras, los niños irán al colegio y estarán sanos y yo estaré aquí
trabajando para mi país
Ricardo: Ah si, ¿y que piensas
hacer?
Carlota: Me gustaría ser
enfermera, hay mucha gente a la que ayudar.
Es duro ver como incluso cuándo sabes
que tu vida está en peligro la mayor aspiración de la gente es que todo vuelva
a la normalidad, y que esa normalidad se vea reflejada en que los niños puedan
ir al cole porque eso supone que estarán bien, que estarán sanos.
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